domingo, 3 de marzo de 2013

El Descerebrado


Cuando una mujer entra en Badoo, es tal el asedio que te saturas: Se te abren infinitos chats con "hola guapa" y todas sus variantes. Intentar entrar en los perfiles para ojear las fotos y las descripciones retrasa y entorpece tu decisión: fotos falsas o lo que es peor, totalmente anodinas, descripciones tópicas "Amigo de mis amigos, busco una chica simpática y cariñosa..." Y bla bla bla.

Así que te decantas por quien te dedique una primera frase ingeniosa, respetuosa, y que parezca personalizada. A menudo la originalidad no es sinónimo de valía, sino de tara. Pero yo prefiero arriesgarme, y mi primera apuesta fue ¿cómo bautizarlo? Puesto que su gancho conmigo fueron los zombies, y después me dijo que temía ser borderline, demostrando ser oligofrénico profundo...lo llamaremos El Descerebrado.

El Descerebrado pareció congeniar conmigo, tuvimos una rápida charla por chat y pasamos a intercambiar guasapo porque aunque esté dándole mi móvil a un completo desconocido, la interfaz de Badoo y sus carroñeros cansinos te acaban colapsando.

La alarma: Era un viernes o un sábado por la tarde, y tras intercambiar un par de frases, El Descerebrado se iba de cena. Me importa un carajo que se emborrachara hasta el coma etílico...que me escribiera de madrugada para contármelo mientras vomitaba fue el síntoma de que estaba ante un taradito, y sin embargo, lo pasé por alto, lo suficiente como para aceptar devolverle las llamadas perdidas al mediodía siguiente.

La sentencia: La conversación por teléfono fue de lo más desagradable y surrealista: quería proponerme quedar, y su plan consistía en que lo acompañara al supermercado a comprar alcohol para un botellón a su casa al que ni siquiera me invitaba. Sí, tal cual lo habéis leído. Y no, no era Mister Universo, sino un enano calvo inculto que se jactaba de tener un pene pequeño. Nadie en su sano juicio sería tan rastrero como para aceptar semejante mierda de cita...¡o tal vez él si lo fuera!. Cometió el clásico error de querer aprovecharse de mi trabajo pidiendo que le ayudara gratis, me bombardeaba a preguntas para interrumpirme cuando le respondía, pretendía imponerme sus condiciones a la hora de quedar cuando era él el único interesado llegados a este punto, e intentándolo arreglar me dijo que me había intentado manipular y que me tomaba el pelo porque le divertía...Terminé la conversación y supe que no me servía más que para una anécdota.

La condena: Después de aquello me culpó de hacerlo sentir inferior porque yo era muy inteligente ¡¿?!, y aseguraba que temía conocerme en persona porque ambos lo íbamos a pasar mal (esa autopromoción)...mientras me insistía en quedar a horas intempestivas y continuaba llamándome por teléfono, sabiendo que yo le había pedido que no lo hiciera porque no soporto hablar así. Me limité a ignorarle hasta que se calmó, y entonces fue él quien no repondió a mis mensajes de guasap, por lo que me despedí y lo bloqueé, pero...Si aquí hubiera terminado la cosa, no sería merecedor de una estantería en El Badoolaque de los engendritos.

El golpe de gracia: Hace meses que no sabía nada de él, hasta que hace una semana me escribió el siguiente mensaje "¿Cuánto cobrarías por hacerme un trabajo?" Sabía perfectamente que por ética y por preferencia personal yo me negaba rotundamente a algo así, de manera que era la más lamentable forma de intentar contactar conmigo. A no ser que en realidad lo que quisiera fuera seguir intentando divertirse a mi costa...Decidí descolcarle, y le contesté: "Entre 30 y 60 euros" Transcurrieron días hasta que me respondió...¡intentando regatearme! Era tan penoso, que le repliqué con un sarcasmo abrumador: "Como sigas regateando, te tendré que pagar yo a ti", a lo que ha continuado con "Eso sería genial" y "Desbloquéame del whatsapp, que quiero contarte unos problemas y que me ayudes"

Llegados a este punto tan absurdo, queridos lectores, he decidido que vosotros escojáis por mí, así que os propongo someterlo a votación popular. Éstas son las opciones:
  1. Le pregunto si tan poco folla que tiene que perder su tiempo así.
  2. Le ignoro.
  3. Le sigo el juego y le trolleo hasta que me ignore él.
  4. Le propongo quedar y le doy plantón.
Podéis votar en el formulario de encuesta a la derecha del blog, o dejar vuestra sugerencia en los comentarios ¡Espero vuestra participación!

3 comentarios:

  1. Uf... la 3 y la 4 son tan buenas... no sé cuál es mejor. Aunque trollear puede ser divertido, la opción de quedar con él y no presentarte me atrae...

    Yo le añadiría un toque personal, quedarme a una distancia prudencial y dificilmente reconocible, echarle unas fotos con el móvil y mandárselas por whatsapp comentando lo pringado que parecía.

    Oh sí...

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por tu visita y tus comentarios, Miss Maggot. La verdad es que esa opción tienta mucho, sobre todo a tenor de los últimos acontecimientos...que explicaré en la próxima entrada ;)

    ResponderEliminar
  3. Troooolleeeeeooooo Trooooolleeeeeeo!

    He leído el "Vuelve" pero escribo aquí porqué vengo del blog de Mrs. Maggot i así me unía al patio.
    Ya he votado.
    Yo soy una cotilla y una bruja asquerosa y no voy a votar NUNCA JAMÁS que le ignores porqué quiero más.
    Quiero verle humillado por imbécil, estoy harta de acomplejados de mierda que maltratan a los demás por culpa de sus inseguridades.
    Dile, de mi parte, que tener la polla chata es su problema más pequeño.

    Pero vamos, que si fuera una persona normal te diría que le ignoraras... y que se comiera otra el marrón.

    ResponderEliminar