martes, 9 de abril de 2013

Los NO: El Fumador


Queridos morbilectores, inaguro nueva sección:
Los NO de Miss Scythe, o por qué algunos penes caen podados bajo mi guadaña.
Todos tenemos nuestros NO.
Tal vez nos limiten a la hora de conocer a gente, y MENUDA GILIPOLLEZ.
Los NO son necesarios. Los NO condicionan tanto como un SÍ. En esta vida nuestro tiempo es finito, por lo que necesitamos filtros de descarte, reevaluables si no nos satisfacen los resultados, pero filtros de descarte al fin y al cabo.
Los NO afectan al ego, porque a nadie le gusta sentirse rechazado, pero son más sinceros y más permanentes que un SÍ. Los No son incondicionales y auténticos. Vivan los NO

Hay que tener un número de NO. Si tienes un número de NO demasiado bajo, entonces vivirás una vida de múltiples interacciones, en el mejor de los casos superficiales y efímeras, en el peor de los casos, improductivas y frustrantes. Si tienes un número de NO demasiado alto, vas a ser una persona, en el mejor de los casos, intolerante y rígida, en el peor de los casos, autista.

Mis NO no son demasiado en número, lo cual tal vez me haya perjudicado. A veces doy oportunidades cuando mi intuición clama lo contrario, precisamente porque siendo niña experimenté rechazo. He tenido que aprender que ya no soy niña, y si un adulto es rechazable, lo es por motivos más consolidados y fiables que cuando te estás desarrollando y lo mismo te ponen un apodo por ser gorda que por ser flaca. Tal vez, para compensar, mis NO son taxativos. Hoy os hablaré del más evidente: Mi NO al tabaco.

Soy antitabaco. De hecho, jamás he probado nada que pudiera fumarse. Mi madre fue una fumadora empedernida de tabaco negro, y a pesar de tenerla domesticada y confinada a la cocina y al lavadero, mi convivencia con ella por el tabaco generaba el 65% de los conflictos. Tengo un olfato muy sensible. No soporto el humo. Fumar, además, me parece hoy en día una elección personal que denota otros defectos más allá de ser maloliente: gente ignorante, influenciable, con propensión a las adicciones, derrochadora, autodestructiva e irrespetuosa. Con el tiempo he intentado no hacer atribuciones personales como éstas, pero el que alguien fume condiciona mi estilo de vida en un sentido totalmente improductivo y negativo.

Estoy segura de que hay personas maravillosas, que además, fuman. Y no me refiero a El Perfecto (Embustero) Hace poco lidié con El Fumador.

El Fumador, no nos vamos a engañar, tenía otros NO, que en ausencia del tabaco hubiera sido más indulgente, a saber: soltero empedernido a los 34 añazos. No obstante, era muy atractivo, muy cultivado, muy dialogante, más asertivo y paciente que yo, independizado, solvente, emprendedor, afín...Y mi gran SÍ: su sentido del humor. Valoro tremendamente que me hagan reír a carcajadas, porque es bastante complicado y particular el conseguirlo. Ese gran SÍ me hizo obviar mi NO. Chateamos poco (por mi parte) pero muy intenso (se implicó mucho). Me enviaba emails encantadores. Tenía un auténtico interés en mí, y una generosa disponibilidad para desvirtualizarnos. No obstante...

...yo encontraba excusas. Era imaginarme quedando con él, y sentir incomodidad. El Fumador había sido muy honesto: fumaba mucho, le encantaba fumar, no sólo tabaco habitual, sino marihuana esporádica, no tenía ninguna intención de dejarlo, y lo lamentaba, pero así era él.

Mi ilusión me decía que obviara el tabaco, que tal vez podía intentar aprender a tolerarlo esta vez, que tal vez él con el tiempo lo dejara, pero mi intuición me decía: no quieres aceptarlo, ni cambiarle. No tenía sentido quedar con él, porque iba a gustarme y a repugnarme a partes iguales, martirizándome como ya me sucedió con otras dos personas con las que cedí y con las cuales la relación fracasó. Me dolió en el alma despedirme de él sin tan siquiera desvirtualizarlo, me dolió más todavía que en vez de enfadarse conmigo, se irritara con él mismo, que en vez de atacarme o defenderse, se rindiera, y me escribiera: Eres una mujer genial. Si un día estoy a tu nivel voy a buscarte. Estuve autoflagelándome durante días, y sin embargo, sin arrepentirme de mi decisión. Que te follen, ¡puto apestoso!

Y es que la lección es la siguiente, morbilectores: Un SÍ respeta a los demás, a su libertad de ser y hacer, pero un NO te respeta a ti mísmo, a tus límites, a tu libertad. Por eso los NO son tan importantes.

Y vosotros, ¿cuáles son vuestros NO?

lunes, 8 de abril de 2013

El Perfecto Embustero


Ay, morbilectores, ay:

Después de sufrir una crisis existencial porque tenía algo estable y especial con otra persona mientras había conocido a El Perfecto...

Después de empezar a tener dudas sobre El Perfecto en una segunda impresión

Volví a quedar. A la tercera va la vencida. El veredicto ha sido NO.

El Perfecto resultaba muy insistente queriendo volver a quedar, pero al mismo tiempo, disculpándose por ello y temiéndose acosador. La verdad es que su interés por mí era legítimo y respetuoso, así que yo me sentía halagada y así se lo aclaraba, pero empezó a molestarme que le preocupara presionarme...porque en realidad, a quien le frustraba su persistencia era a su propio ego. Me explico: El Perfecto ya no tenía la situación controlada: yo le agradaba y eso desarticulaba su estrategia, hasta ahí he llegado a saber.

No suelo indagar en el pasado sentimental, aunque ES INFORMACIÓN FUNDAMENTAL, porque por mucho que cambie una persona, tiende a patrones, a hábitos, y si quieres intuir como funcionarán las cosas con alguien, debes conocer cómo interactúa con familiares, amigos y exes. Como decía, todo surgió tan espontáneo que yo no le pasé el escáner al respecto, pero sí que decía padecer complejo de salvador, de haber tenido bastantes relaciones poco consolidadas y productivas...¿qué nos transmite eso, morbilectores? Que el tipo no sabe lo que quiere, que está desesperado, que es promiscuo, que tiene problemas con el compromiso...NUNCA NADA BUENO. 

Pero lo más revelador era que a él le irritara querer quedar conmigo, anticipando posibles dependencias o interferencias con su estilo de vida: Se resistía a un cambio que le exigían sus propios sentimientos. Aquello fue otra bajada en mi ranking.

Quedamos y bueno...seguía hablando de sí mismo, y me empezaba a aburrir. Volvió a haber besos, esta vez tomando yo la iniciativa porque quería saber si mi anterior valoración era errónea, y...TU INTUICIÓN NUNCA TE ENGAÑA. Besaba bastante mal, muy brusco, muy apresurado, muy invasivo....una persona que por tendencia natural busca dominar...La verdad es que no quería volver a constatar mi teoría de QUIEN BESA MAL, COITA MAL, tan aversivo fue un ligero magreo como para que me desmotivase. Bajada del ranking próxima a los números negativos...

Y entonces llegó la hora de la verdad. Entré en su coche, tenía el cenicero abierto, me miró nervioso e intentó cerrarlo de inmediato, pero yo ya lo había visto: Cenizas de cigarro. Debéis saberlo, morbilectores: Soy antitabaco nivel talibán. Puedo tolerar muchas taras físicas y psicológicas (joder, en aquel momento ya estaba confirmado que El Perfecto tenía un problema con el alcohol y yo intentaba aceptarlo) pero mi prerrequisito es NO FUMADOR, y bajo ningún pretexto hago excepciones.

Él lo sabía porque así lo ponía en mi perfil, pero en vez de arriesgarse, y ser honesto, decidió improvisar y mentirme...Inmediatamente asocié muchos detalles dispersos: su persistente olor a colonia, su sabor a menta y algo agrio subyacente, su inquietud a nivel corporal...Fumador empedernido. Antes de que yo mediara palabra empezó a deshacerse en excusas contradictorias, del tipo: fumo esporádicamente, he pensado en dejarlo...demasiado tarde.

Al llegar a mi casa, me dije a mi misma: ¿Qué estás haciendo? Con 30 años, el tipo vive en casa de sus padres, con el hermano y la novia, y nunca ha intentado ahorrar para independizarse. El tipo ni cotiza a seguridad social. El tipo no puede tomarse un café sin añadirle licor, y sobornó a un policía para evitar una demanda penal por ebriedad. El tipo vive en Santo A Tomar Por Culo. El tipo tiene una ajetreada vida social ( en la cual se emborracha) que dificulta quedéis, salvo cuando prevee sexo....El tipo tiene una conflictiva vida familiar, y sospechoso pasado sentimental. El tipo va a terapia psicológica, y no habla de otra cosa. El tipo o no besa bien, o no quieres que vuelva a besarte. El tipo fuma. El tipo MIENTE. Adiós.

Se suponía que íbamos a quedar dos días después, intenté llamarle y al no localizarle le envié un guasapo diciéndole de posponerlo al día siguiente (considerando darle una cuarta oportunidad....) Él me devolvió la llamada, que ignoré accidentalmente, me respondió diciendo que al día siguiente no podía quedar (cuando se suponía que sí)...Y ya no hemos intercambiado nada más. ¿Será ésta otra de esas ocasiones en las que se hará patente mi política de tierra quemada, y no volveré a saber de él? Os mantendré informados...